Hola, divinas mías!
Como ya os comenté, el mes que viene lo comenzamos en un piso nuevo, más grande y por lo tanto, más cómodo. Me encanta nuestro pisito enano pero ya estoy harta de que nos choquemos en la cocina a la hora del desayuno, de no tener horno y de no tener espacio para trabajar. Aunque claro, es esto último lo que nos llevó a buscar más espacio, sobre todo porque ya no sé donde guardar las cosas, así que muchas deambulan por la casa sin lugar asignado. Hasta tengo una caja (con la mitad de mis cosas para carvar sellos) que tiene dos sitios diferentes. Arriba de la mesa en el salón, cuando nadie la utiliza y arriba de la cama, cuando alguien necesita la mesa. Para llorar, ¿verdad?
Pues como os digo, nos vimos obligados a buscar remedio y al final, acabamos dando con un sitio un "poquito" más grande que nuestra idea inicial. Ahora tendré estudio, espacio para un pequeño tallercito y hasta habitación de invitados, una cocina enorme e incluso dos baños (si pienso en quién limpiará todo eso, me dan calambres, así que no lo pienso jeje).
Lo maravilloso de esto, que es en lo que sí pienso, es el potencial enorme de ese piso. Mi galleguiño se ríe porque digo que tiene potencial de casa feliz. Y os prometo que es verdad. No hago más que pensar en los crafternoon que haré para decorarla, en las delicias que cocinaré en su horno, en las comidas que organizaré para mis amigos, en las visitas que podrán venir y estarse a gusto, en los cumpleaños que festejaremos y, como no, en los JUEGOS DE MESA que jugaremos ^.^